Quisiera que tú
enloqueciéndote tú
Leopoldo Yerbabuena - Sexta temporada
“Puede que lo olvide, porque son palabras, sin embargo tu lo recordarás siempre...” “Caricias torturantes que como tinta indeleble manchan el alma y, sólo a veces, podemos moldear para quedarnos con un bello tatuaje”
“Se ve que aún no la has podido olvidar y mientras no la dejes en tu corazón y en tu mente no te vas a dar la oportunidad con otras niñas” “Pero recuerda no es la persona la que te vuelve mierda la que vale la pena sino la que te hace feliz todo el tiempo"
Al fin el hombre atropellado reacciona: ‘Estoy bien… estoy bien. Gracias’. Y la gente aplaude porque el herido logra levantarse. Al parecer, solo tiene un par de moretones y un rasguño. Pero aparentemente no hay nada más de qué preocuparse. Entre las personas había paramedic@s que lo atendieron oportunamente. El hombre está agradecido de corazón.
Y cuando ya todos se van, alguien le dice al convaleciente accidentado...
El problema es que cada vez que intento alcanzar la cumbre, veo impávido cómo miles y miles que van en el camino se lanzan de cabeza hacia un despeñadero sin fondo. Y me saludan felices antes de saltar. Y entre carcajadas los veo desaparecer... no sin antes gritar una insinuante invitación a sumergirme en la niebla junto a ellos. Y cada vez parecen ser menos los que van en el camino. Y empiezo a angustiarme de pensar que los que llegaron a la cima lo hicieron hace mucho, y que los que cayeron pueden estar bien. Y en el inmenso vacío de en medio... quedo yo sumergido en mi quijotesca lucha.
Y ahora qué más habrá que añadirle a este drama de tres pesos. Podría ser más fácil. Podría caminar tranquilo. Podría, si no fuera porque me he consumido en una atmósfera altamente inflamable, de la que puedo salir calcinado por mi propio fuego. Mis cenizas irían al fondo del precipicio. Y no esa clase de fuego la que busco. Quiero sumergirme en otro poderoso fuego. Fuego que ninguna leve brisa puede apagar. Llama que el agua no termina. Sin más rodeos... No quiero caer de nuevo.
A propósito de insinuaciones, hoy en el bus tuve a mi lado una niña desconocida. Era como cualquiera, excepto porque traía un perfume con olor a fruticas. Sí, fruticas. No frutas. Hay una gran diferencia entre uno y otro término. A frutas huele un salpicón. A fruticas olía la niña de esta mañana y...
Y una niña con la que también me encontré hoy. Es la misma niña que olía igual al jabón que hace unos meses compraron en mi casa. La diferencia es que hoy ya no duele olerla, verla o recordarla. Por fortuna.
Si Recuerdas… el último fin de semana tuvimos la victoria. Yo y otros miles. Si Recuerdas, casi todo el mundo no hace más que criticar a quienes pertenecemos. Nadie sabe lo que hace. Y creo que ya no podré detenerme más a explicarles.
Si Recuerdas… el último fin de semana cometí el error más grande de mi vida. Si Recuerdas, te dije que no debía. Si Recuerdas, confié en ti. Si Recuerdas, aún puedes contar conmigo, aunque ya no seamos más que lo mejores amigos.
Si Recuerdas… hace dos décadas un grupo de tostados grabó un canción hermosa llamada 'Enjoy de Silence'. Si Recuerdas... también nací hace dos décadas. Si Recuerdas, me gusta tanto la buena música, que a veces detengo todo el tren de mi vida solo para escuchar un par de buenas tonadas.
Si Recuerdas… siempre supe que quería estar junto a ti. En cambio, tú no sabías nada de nada. Si Recuerdas... ambos aprendimos que una persona mejor llegará a nuestras vidas. Si Recuerdas... la felicidad está tan cerca que no la puedes ver.
Ellas. Son bellas, y esa belleza no se puede entender. Son únicas, a pesar de que a todas les digan mujeres. Son siempre mujeres, a pesar de que la vida les quiera arrebatar el brillo a veces. Tienen un halo de ternura, y de inocencia. Lloran porque son invencibles.
Ellas. Capaces de destruir con un suspiro o un gesto. Manipuladoras, obsesivas, posesivas. No son dueñas de sí mismas excepto cuando se trata de hacer un daño cuyas consecuencias jamás comprenderán. Sólo lloran cuando se frustran, pues se creen invencibles y dueñas de su propio destino, y del de los otros.